Tener un seguro para tu perro no es un lujo, es una necesidad.
Los perros, al igual que nosotros, pueden enfermarse, accidentarse o necesitar atención veterinaria de urgencia en cualquier momento. Frente a estas situaciones, un seguro puede marcar la diferencia entre recibir el mejor tratamiento o enfrentar gastos que desequilibran tu economía familiar.
1. Accidentes y enfermedades son más comunes de lo que crees
Desde caídas jugando hasta enfermedades como parvovirus o moquillo, los imprevistos pueden ocurrir sin aviso. El tratamiento de una fractura, por ejemplo, puede superar los $200.000 en una sola visita veterinaria.
2. Te ayuda a prevenir y detectar a tiempo
Con un seguro, muchas veces puedes acceder a consultas preventivas, exámenes y chequeos a menor costo, lo que ayuda a evitar tratamientos más costosos o complicaciones futuras.
3. Te entrega tranquilidad emocional y financiera
Saber que estarás cubierto ante una emergencia te permite enfocarte en lo que realmente importa: el bienestar de tu perro.
4. No discrimina por raza o tamaño
Los seguros para perros están diseñados para adaptarse a todas las necesidades, desde un pequeño pug hasta un labrador lleno de energía.
